Hace poco que Pablo aprendió a andar en bici… ¡¡pero es que solo tiene 3 años!! Y no es que ya sepa pedalear y mantener el equilibro, es que es un crack: va y viene a toda velocidad (a veces hasta sin mirar), frena y toca el timbre como todo un experto.

Es lo que tiene la vida en el pueblo (y que este niño lo lleva en la sangre, claro). Todo es mucho mejor porque existen el espacio y la tranquilidad suficientes para poder hacer estas cosas. Así que, aprovechando una visita a su casa, en cuanto vimos que Pablo se calzaba la equipación de ciclista, cogimos la cámara para no perdernos ese momento. Por suerte, estaba justo atardeciendo así que el sol nos iluminó con su luz mágica mientras corríamos y jugábamos de allá para acá.

¡Qué ganas de ver a Pablo otra vez! En cuanto podamos, nos escapamos para que nos enseñe los trucos que va aprendiendo… ¡seguro que ya sabe unos cuantos!

 

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Fotógrafo especializado en niños

Fotógrafo de niños en Asturias